Animales y paisajes - Zancada
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Animales y paisajes

por Lula Mari

 

LA VUELTA DEL LIMÓN
óleo sobre tela, 80 cm. x 90 cm.

 

CANGREJOS Y GRANADAS
80 cm. x 90 cm.

 

CABRA
100 cm. x 110 cm.

 


POEMAS

por Patricia Jawerbaum

 

PÁJAROS Y LIMONES

Asustó a los pájaros
Para ponerse los limones de lección de luz
Pegada a ese ácido la piel aprende de los pozos oscuros
Se sabe, que el amarillo del limón oculta al ojo por protuberante
Y para perseguir a los poros que cazó de cabeza el pincel
Devolviendo a los agujeros su viscosa y negra sustancia
Así el pájaro, quizás atraído por el pico hacia el limón-luna
Se tira de cabeza para nadar por entre el turquesa
Más denso que una mayonesa ¡Y qué turquesa!
Como salido del más persa con uno de esos
En que se hunde buzo del cielo su profundo croma
Ahora se sabe lo que pasaba con esa coma, pausa breve
De abandonada retina, entre el amarillo limón, él pájaro
Y el ojo del celaje. 

 

CANGREJOS Y GRANADAS

Y era,
Oír a las granadas en las junturas
De cuando explota el carmín y el jugo sube un sonido que se sabe
Sin labio y sin oído más que el ojo martillo o bisturí
Que rompe o abre y muestra a sus rubíes entrechocar de cristales
Apretados de granada que es de lado a lado, por donde toda consulta
Es concordia en el latido
A un corazón abierto de crocante cangrejo.

En el mismo golpe de dados la pintora
Hace tomar la roca por asalto
Se entrega a la descocada tierra que gime
Entre los fogosos granates explosivos. 

Aún los más profundos cangrejos se hacen oír
Cruzados de pinzas meditan en sus carcasas
Armados caballeros del hombre de Granada
Preparados para incendiarse en su cautela
Andando de costado por la rara
Razón de su guerra inventada. 

 

¿CABRO?

Sin humanos puede haber cabro
Pero no ese
Cabro macabro y torcido del y por el
Abracadabra del pincel
Bello y débil es su presagio de presa
Ante el que corcovea porque reniega
Vanidoso o terco o vulnerable, quien sabe
De su presunción funesta
Entre los funerales de la piel
Se frunce el torso
Brilla y habla el pelo
De lo que nos hiela. Algo nos desencaja en esa pose
Algo que se nos lee en su pelea contra el destino
Y se dibuja en su fade to fate. 

LIMÓN LUNA

¡El limón al poder!
Gritó la luna, y se inmoló sobre él
En el choque, y antes de desfallecer
Le murmuró al oído:
¿Cómo se llamaba ese azul?
¿Ese que sin ser turquesa ni celeste va de la gracia
De Grecia a Persia, pasando por un Japón marcial?
¿Y atrae hacia los dorados un sol cansado y sudoroso
Que era amigo de los mares ancianos?

1 Estos poemas pertenecen al libro Poeta serial, y fueron escritos tras una performance que la artista Lula Mari realizara en la Estación Orbital Alógena de Buenos Aires en 2016. La performance consistió en un “espionaje”: en una sala a oscuras, la artista iba iluminando obra por obra con una linterna, acompañada por la banda de música Dr. Faustroll.

 


ANIMALES Y PAISAJES

de Lula Mari

 

ESTUDIO DE PAISAJE
Óleo sobre tela 40 cm x 50 cm 2019

 

EL CAMINO DEL AGUA.
Lápices y crayones acuarelables sobre mdf. 50 cm x 50 cm 2019

 

LA TORMENTA QUE VIENE.
Óleo sobre tela. 45 cm x 60cm 2019

 

“no existe mantener quieta a la naturaleza y mirarla”

por Patricia Jawerbaum

 

Sistemas del tiempo poético, la pintura. Métese con el paisaje y es más que contemplarlo o identificar proyecciones en él. El diálogo comienza en algún punto, lado pesca de un matiz, una diferencia que hace crecer el oleaje de una escucha. El gesto decidido del pincel, cabellera más, cabellera menos, busca desenfadadamente alguna arista que el rastro de su pista sea pasta de la clave del movimiento de la luz. La luz, como la naturaleza, tampoco está quieta, asocia y disocia estratos de color, volúmenes trae o lleva hacia atrás la puesta en escena de lo compuesto o desagregado. Su sangre o linfa, el “orb” del color aprieta el pomo de preguntas.

¿Quién anima qué rayo de certeza difumina o desarma tal o cual personaje, tallo, rama, arbusto, tras de cielo o abundosa nube o tela abullona? ¿Qué aprende el pincel al pasaje del qué del ojo que de la mano la naturaleza abandona o retoma? Rastros de decible y silenciable vuelven hábil al sistema de detección silenciosa, sensorial, dejarlo ser, al pensamiento que se desnuda frente a un paisaje. Darle manija, darle cuerda a su manecilla, reloj de tiempo que ocupa un volumen.



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