Cuatro poemas de Elly De Waard - Zancada
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Cuatro poemas de Elly De Waard

traducción y notas por Alejandra Szir

 

26

Arrodillada ofrece el cuerpo.
Hay viento. El árbol corre como una
Cascada y el alga de botes serpenteando
Colgajos de plástico y cintas
Crujiendo a nuestro alrededor. Habitamos
Debajo de las nubes que suben. Besar
Como flotar en una desembocadura. Oculta,
Introvertida, bajo el cúmulo
Del mediodía, reposo mi cabeza
Entre sus caderas.

Llevo mis sueños en brazos perezosos.
Una imagen más íntima: el agua babea
De la boca enmohecida de Tritón y
Delfines se tienden con suavidad en ambas
Mejillas. Y todos los tallos son
Fecundados por el clima y se doblan
Como fuentes, entregándose.
La ciudad ronronea como un gato
Salvaje detrás de las dunas. En sus cauces,
Retraído, el tránsito bulle.

 

***

 

26

Geknield biedt zij haar lichaam aan.
Het waait. De boom stroomt als een
Waterval en wier van boten slingert
Met plastic slierten en stroken
Ritselend om ons heen. Wij wonen
Onder de klimmende wolken. Kussen
Als dobberen in een monding. Geborgen
En ingekeerd, onder de cumulus van
Het middaguur, leg ik mijn hoofd
Te rusten tussen haar heupen.

In lome armen draag ik mijn dromen.
Intiemer beeld: het water kwijlt
Uit Tritons mond, begroeid met mos en
Aan zijn beide wangen vlijen zich
Dolfijnen. En alle stengels zijn
Besprongen door het weer en buigen
Zich in overgave als fonteinen
Neer. De stad spint als een wilde
Kat achter de duinen. Eenzelvig
In zijn beddingen kolkt het verkeer.

 


 

40

¿Quién puede hoy leer El Banquete de
Platón, en donde se expulsa a las mujeres
Antes del diálogo y el amor
Entre hombres se encomia por
Supremo? ¿Qué mujer que se
Respete? ¡Hay que reescribir
Todo! Mi amigo, ese que con
Clips para papel se abrocha los puños,
Preferiblemente los de su frac, a él le
Señalé que las sociedades animales

Mejor organizadas son las
Feminizadas y se
Asustó. Pero nuestro discurso –sobre la
Venganza– era frívolo y letrado y
Cenábamos. Enseguida nos vieron en
La pista de baile, un foxtrot, él
Seguía, yo llevaba. Ah
Qué placer, todo debería estar
Dado vuelta y quedarse así,
Insistíamos entretanto.

 

***

 

40

Wie kan Plato’s Symposion nog
Lezen, waar vrouwen voor het gesprek
Worden weggestuurd en als hoogste
Liefde die tussen mannen wordt
Aangeprezen? Welke vrouw met
Zelfrespect? Alles moet opnieuw
Geschreven! Mijn vriend, die zijn
Manchetten met paperclipsen knoopt,
Het liefst die van zijn rok, hem wees
Ik erop dat de hoogst georganiseerde

Samenlevingen van dieren de
Gefeminiseerde zijn en hij
Schrok. Maar ons discours – over de
Wrok – was lichtig en geleerd en wij
Dineerden. Spoedig zag men ons op
De dansvloer, in een foxtrot, hij
Volgde en ik leidde. O het was
Een plezier, alles moest op zijn
Kop en ook zo blijven, daar
Stonden wij inmiddels op.

 


 

4

Aguamarinas franjas en viruta. Delante
Del crepúsculo, lejos en el mar
Las chimeneas fuman pipa. En el cada vez más profundo
Carmesí enroscan sus columnas haciendo una
Nube que se aleja rozando el
Horizonte plegado con fuerza. La rompiente se abre
En espuma. Aún estoy entre sus
Brazos, pensé, pero el frío está sobre y
Alrededor y debajo de nosotras y el temblor
De mi cuerpo me apaga el latido del corazón.

Las ventanas empañándose rápido comprueban el
Enfriamiento y el ocaso se extiende alrededor del
Hemisferio como una venda elástica
En llamas; el horizonte y entonces con un
Lazo púrpura y al tiro
Nosotras gritando acostadas, la
Cabeza entre las piernas de la otra. Como nubes
Frunciéndose unidas se funden
Nuestros nombres. La luna creciente,
La escarcha es incunable.

 

***

 

4

Aquamarijn gekrulde stroken. Voor
De zonsondergang staan ver in zee
Pijpen te roken. In het verdiepend
Rood winden zich hun kolommen tot een
Wolk die langs de stijf gevouwen
Horizon wegdrijft. De branding ritst
In schuim zich open. Nog lig ik in haar
Armen, dacht ik, maar de kou is op en
Om en onder ons en het sidderen
Van mijn lijf verstomt mijn hartenklop.

De ramen tonen in hun snel beslaan
Afkoeling aan en als een brandend
Rekverband trekt het ondergaan zich
Rond de hemisfeer; de kim een dan
Met purperen band en op een steenworp
Afstand liggen wij te schreeuwen, de
Hoofden tussen elkaars benen. Als wolken
Fronsende tezamen verstrengelen
zich onze namen. De maan wordt
Vol, de vorst is incunabel.

 


 

8

Tu culo es más grande que tu
Corazón, pero igual de redondo.
Es raro, pero cuando

Vas a la pista de baile
Y te das con
Todos, excepto conmigo,

Con quién andás, pienso
En lujuria y violencia
Y en cada palabra que las

Nombra. Quiero cantarte las
Cuarenta, una por
Una. Todas.

La calle es la madre
De la lengua, me cuelgo de
Su pollera por donde ella venga.

 

***

 

8

Je kont is groter dan je
Hart, maar even rond.
Het is vreemd, maar als

Je op de dansvloer gaat
En je met iedereen,
Behalve mij, met wie je

Bent, verstaat, denk ik
Aan wellust en geweld
En aan elk woord dat daarvoor

Staat en wens ik het je
In te peperen, stuk
Voor stuk en allemaal.

De straat is de moeder
Van de taal, ik hang aan
Haar rokken waar zij gaat.

 

de Una espesura de conexiones

 

Redbad Fokkema reproduce el poema 40 del volumen Una espesura de conexiones, de Elly De Waard, en su libro sobre la poesía neerlandesa y lo menciona como un ejemplo “elegante” de lo que fuera la exploración iniciada por De Waard a partir de su tercer poemario, Furie (1981). La poeta inicia allí la búsqueda de un lenguaje propio, más sensible, corporal, femenino, feminista y lésbico, que rompe con la tradición masculina, intelectual y hermética predominante en los Países Bajos. En el poema 8, esa lengua propia aparece como una moedertaal: ya no la lengua del padre, sino la lengua materna, de la calle y popular. Leemos: “De straat is de moeder/ Van de taal, ik hang aan/ Haar rokken waar zij gaat” (“La calle es la madre/ De la lengua, me cuelgo de/ Su pollera por donde venga”). Fokkema se limita aquí a los ejemplos elegantes, para evitar detenerse en los callejeros, groseros, explícitos o camp. Por su parte, Hugo Brems, en uno de los tomos de la colección de historia de la literatura neerlandesa, menciona a De Waard en tanto gestora del premio Anna Bijns para poetas mujeres, y por el rescate de los entonces olvidados Ida Gerhardt y M. Vasalis. Señala asimismo que en Furie (1981) y Strofen (1983), el tercero y cuarto de sus libros, aparece por primera vez con toda la fuerza el amor lésbico. Su libro de 1995, Het zij. Eenzang drie (El ella. Uncanto tres) figura en el panorama de dicho año, y el autor trae a colación el artículo “De poetenstrijd” (“La lucha de los poetas”, revista De Revisor, octubre 1999), donde De Waard promueve su poética y se enfrenta a los canónicos Vijftigers,, que fueron los poetas experimentalistas de la década de los cincuenta, un movimiento análogo al de CoBrA. Nunca se menciona Een wildernis van verbindingen, que es su libro de 1986.

Maaike Meijer se sorprende de la escasa difusión que dicho libro tuviera, ya que hasta la fecha de su análisis, marzo de 1988, no se había publicado ni una sola reseña acerca del mismo. Su divergencia con la poética dominante no sería razón suficiente para tal silenciamiento, ya que otros autores también la desafiaban. Incluso representantes de la generación anterior, como Hugo Claus y Gerard Reve, también utilizaban imágenes barrocas y arcaísmos. Con toda seguridad, ni la obra ni la persona de Elly De Waard respondían a la norma heterosexual que estos poetas y críticos hombres proyectaban en las colegas mujeres. Elly De Waard salió obligada del armario, después de un reportaje en tono de “uy no sabía que eras lesbiana” publicado en 1980. Finalmente, a partir de 1983, se complacería apareciendo en público y fotografiándose en smoking, con ropa de hombre. Un estilo que, según Meijer: “a no todos les gusta pero a mí sí”. Meijer sospecha que la agresión hacia De Waard es una reacción por ello, ya que tanto su personalidad como su obra son, en definitiva, un preanuncio de los actos subversivos que desestabilizan las estructuras de poder y que Judit Butler pone sobre el tapete en su famoso libro, Gender Trouble, publicado dos años más tarde.

Además, las vanguardias eran hasta entonces lideradas por hombres, las mujeres podían como mucho seguirlos, fenómeno que De Waard desafió. En la encuesta de la revista literaria Maatstaf de 1983, se minimiza su labor al respecto. De Boer y Schouten concluyen que la poeta es la única que “juega […] con el gatillo de la pistola” para lograr “una renovación radical”. No inaugura, según ellos, ninguna renovación poética, solo juega a empuñar el arma.

Lo cierto es que Een wildernis van verbindingen es una epopeya sobre la pérdida de la amada y la violencia que este duelo provoca en la poeta amante. En una entrevista que le hace Van Emmerik a Elly De Waard en 1987, la poeta reconoce que es un libro violento por las fantasías de violación que allí se ponen en juego. Sin embargo, reconocer la ira femenina no tiene que ver aquí con “una propaganda o glorificación de la violencia, como tradicionalmente sucede en las epopeyas masculinas”, sino con evocar la crónica sincera de esa lucha interna. Aun así, para los lectores masculinos y femeninos esta violencia es muy difícil de digerir.

La sinceridad grosera de estos y otros poemas está probablemente en relación con la experiencia de la calle a partir de la que De Waard escribe. También hay que tener en cuenta la influencia de la música pop: De Waard fue una de las primeras periodistas especializadas de rock y pop en los Países Bajos. Si Rainer Fassbinder había sido un gran provocador en su filmografía, De Waard plasma la furia sinvergüenza en poesía, un camp queer para el que los lectores neerlandeses de entonces no estaban preparados.

 

«Las Nuevas Salvajes», entre ellas Elly De Waard (tiradores, free the nipple).
Foto de Diana Blok.

 

De Nieuwe Wilden” (“Las nuevas salvajes”)  se llamó el mítico taller literario que De Waard coordinó. El escándalo durante una lectura de poesía organizada en Utrecht, en 1989, en la cual las poetas llegaron a las manos en una confrontación con un grupo de poetas varones, los Maximalen, tuvo mucha repercusión. Mientras estos últimos pretendían oponerse a la generación anterior, el grupo de De Waard, estas nuevas salvajes, se posicionaban fuera del campo literario, como amateurs. “Su reacción contra la poesía fosilizada no se puede comprender como un conflicto generacional, ni tampoco como un mero choque de poéticas. La poesía hermética a la que se enfrentaban era, a la vez, el símbolo mismo de la literatura, que las dejaba afuera”, explica Brems. El grupo, sin embargo, no se limitó a reunirse para escribir y leerse entre sí a puertas cerradas. Su participación en festivales, lecturas públicas y los dos libros editados dan prueba de la intención de darse a conocer; de llegar, más allá de la crítica feminista alternativa, al circuito oficial que las expulsaba antes del diálogo, parafraseando el poema número 40.

 

Notas
*Los poemas 4 y 40 traducidos ya han aparecido en https://www.vallejoandcompany.com/lejos-en-el-mar-7-poemas-de-elly-de-waard/. Hay unas pocas traducciones más de su poesía en la red, destacamos la de Diego Puls en donde se pueden leer otros poemas de Una espesura de conexiones: www.diegopuls.com, seleccionar traducciones/poetas neerlandeses/Elly de Waard. Nótese que en este caso la traducción del título es Un laberinto de comunicaciones.
**
-Brems, Hugo. 2016, 5ta. ed. Altijd weer vogels die nesten beginnen. Geschiedenis van de Nederlandse literatuur 1945-2005. Amsterdam, Bert Bakker.
-Butler, Judith. 1999, 1990 1a. ed. Gender Trouble. Feminism and the Subversion of Identity. New York and London, Routledge.
-Fokkema, Redbad. 1999. Aan de mond van al die rivieren. Een geschiedenis van de Nederlandse poëzie sinds 1945. Amsterdam, De Arbeiderspers.
-Meijer, Maaike. 1988. De lust tot lezen: Nederlandse dichteressen en het literaire systeem. Amsterdam, Sara/Van Gennep.
-Waard, Elly de. 1986. Een wildernis van verbindingen. Amsterdam, De Harmonie, pp. 10, 14, 32, 48. En el sitio de internet www.ellydewaard.nl se accede al libro completo y a un audio de De Waard leyéndolo.



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