El depósito de la transformación
Texto de Roxana Páez, obras de Sergio Morábito, Christian Prunello y Mariano Angelotti
Christian Prunello – Texturas 1
Técnica mixta, grabado y pintura sobre papel, 64x101cm.
Christian Prunello – Texturas 2
Técnica mixta, grabado y pintura sobre papel, 64x101cm.
ESTE ES EL DEPÓSITO DE LA TRANSFORMACIÓN
por Roxana Páez
La mayoría rompe la envoltura
por la mañana. Salir
de la crisálida fue un acto
que impuso la metamorfosis.
Hemisferio extranjero
Ahora perdí la noción del tiempo.
Pero parece que fue este mismo año,
que aquí se divide en dos:
empezó como todos
el primero de enero y terminó
parcialmente con los días larguísimos
de junio. Se hizo nuevo con las clases
sin cambiar el número. Se llama
nuevo año pero nadie lo celebra.
Y termina el último día de diciembre
parcialmente, cambia la cifra
y la gente se enfiesta pero
nadie cree en esa felicidad pasajera
porque hay que volver a los pocos
días al mismo año de la escuela.
Sergio Morábito – La invención de lo cóncavo y lo convexo
2024, huile sur toile, 26x13cm
Sergio Morábito – La Tapera 2024
huille sur toile 97 x 130 cm X2. Prédelle 5 toiles de 16 x 25 cm X2
Cuadros de una exposición
Viene extranjero del viejo francés estrange
más el sufijo -ier, ocupación o profesión.
En un fogón al este cerca de las vías
uno, dos, tres, cuatro extraños hablan,
uno extraña ya caída la noche
su identidad imaginaria.
-No quiero acordarme de cuándo llegué.
Dice uno que se ha ido.
Escuchen el flash-back:
Hacen juntos el camino de vuelta
de enterrar a su abuela después
de mucho tiempo sin verse. Un resplandor
viene de la tierra o se suspende.
Su padre se lo cuenta por primera vez.
En esos campos de joven con su hermano
juntaban huesos que vendían
para pagarse los estudios.
Muchos rubros abastece una vaca. Hoy que
sus huesos estarán harina, cola, gelatina,
es decir, películas, betún y porcelana. ¡Relumbrón!
-Qué coincidencia. Sabías? Hace ya mucho
que los busco, los junto y colecciono
le contesta el hijo. Y un día falto de plata
me puse a usarlos
en lugar de un modelo vivo.
Los usos de los huesos
por azar y por necesidad.
Una naturaleza muerta con muchas resonancias
de restos de nuestra especie no identificados o
ni siquiera descubiertos, hundidos en el limo.
Huesos fosforescentes que enmarcan los billetes.
Huesos de estrellas como un sol sellan
sus devaneos y su decrepitud vanidosa,
la relatividad de las gestas
lo absoluto de los genocidios.
Guerreros indios escoltando un caracú.
Redondeles de calcio de húmeros resaltados
con un orden decorativo.
El calcio ilumina los símbolos fósiles
de una devaluación permanente.
La naturaleza muerta compone y valida su
gabinete barroco de curiosidades.
Apófisis transversas de la misma
vértebra de vaca
yendo repetida como souvenirs de torrecitas Eiffel,
caídas controladas de una bolsa sobre billetes,
con héroes objets trouvés intervenidos.
Si pudiéramos intervenir en democracia.
Serigrafías, técnicas mixtas, piraterías
vacunas o tintero partido como fondo
de afiche sin invitación al baile popular,
osamenta igualadora.
Huesos que sellan un orden nuevo gratuito
diferente al régimen funcional de los cuerpos…
vacunos unos, ¿humanos, otros?
Fragatas de tripulación anónima en serie, héroes sin marco,
los relatos gráficos nacionales sostenidos por los iluminados
que se salvaron de los frigoríficos y de
la épica del trabajo que nos inocularon.
Atraviesan la noche
flotando alternativamente.
Cada tanto el relumbrón de unos huesos.
Extra
Fuera de su país natal, el extraño carga
el quehacer de su destino como Sísifo.
Al azar cada cual usó sus huesos por necesidad.
El día de las razas, las de las vacas sagradas
en la panza. Soy lo que como.
Este es el depósito de la transformación.
Es el programa que desliza el texto.
¿Qué nos depara el pasado?
repite la mirada del hombre
en el chico de nueve años.
Un autorretrato siempre
es más joven y yo es otro.
No me acuerdo ni de los recuerdos.
Verse partido, disponiendo
su infancia como porvenir
allá a lo lejos, esas identidades probables
líneas de fuga del chico.
Las pinceladas son las pisadas que dejó
siendo el que se supone que se fue
y se encuentran sobre las capas
de pintura. O pasado por agua…
la aguada con sus caras, sus escenas
detrás difuminadas de fantasmas visibles.
Fondo y trasfondo minucioso
que rivaliza por el primer plano para
adelantarse a la mirada del espectador
mirado. Las sombras del flequillo
muestran lo que no se ve.
¿Qué hubiera pasado si…? Es el pasado
más imperfecto por imposible como
la pregunta a Pedro por el lobo.
¡Quizás hubiéramos ……………..!
Las cosas que no existieron / iban a suceder.
Quizás hubiéramos sido otros mismos.
Detrás de la tranquera se ven ya los fantasmas a caballo
que vendrán a saltarla. Es inevitable.
¿Qué nos depara el pasado? -dice la radio.
Sin embargo pudiste ir atesorando
en movimiento. Quedaría registrado, desde que salimos
del primermundolamadre somos migrantes definitivos.
¿Partida y arrojo, autoparto!
Empalizadas, hilos de los tejidos, rayas, tramas,
separaciones apenas asomadas que sostienen
el espacio infinito y superpuesto del chico.
Pinceladas disueltas,
pentimenti de la primera confianza.
Identidad velada por el contraluz. El retrato
de cuerpo entero como soporte del fondo
y del trasfondo, chico nacido de la abstracción,
una sorpresa en el espacio.
Por la levedad del plumín en papel
a veces parece más alegre en las tintas.
Acaso las caras recostadas
sobre la tierra se concentran en escuchar
los ruidos sordos de los movimientos
en los túneles de hormigas que
cruzan los de tatúes, pensé yo.
¿Oyen lo que dice la luz mala?
Sabemos que las luciérnagas
han desaparecido con el pueblo
(dijo Pasolini).
¿La dejaron atrás o
lo siguen viendo desde lejos?
¿Por qué sería “mala” y no buena?
Fuegos fatuos, cuerpos en pena de
hábitats desensamblados, nos fuimos
calentando con lo que había para
aprender más intensamente, como volviendo
a ser un chico pero no de la mano. Muy solo
como un soñador lo está, acompañado
por su sueño.
Una extraña, dos, tres, cuatro extraños hablan
con los ojos cerrados
al este ya caída la noche.
Inmigrantes, una o uno avanza en su silencio
y en reposo apoyado el oído contra el suelo,
¿baqueano de qué tierra también extraña?
Para saber lo que viene
del pasado y adaptarse
a la adversidad. Un galope se acerca para siempre
alejándose.
Es extraño, migrar te hace experimentar pero no
experimentado. Sísifos con su tarea
inacabada siempre volviendo a empezar.
Yo me iré a estas casitas
sin la cuarta pared tan misteriosas de ventanas
sin vidrios y también pego la oreja para oír
lo que venía con los ecos del río,
lo que venía del pasado como porvenir
en el espacio.
Pero el niño nos encara:
-no me acuerdo de los recuerdos.
Las cosas que no existieron / iban a suceder.
Ahora me está pidiendo con la mente
las respuestas que no encontré
cuando pegué la oreja al suelo y oí los movimientos
ahuecados de los deslizamientos de las placas.
Lisas o accidentadas. Esculturas imaginarias pintadas.
Volúmenes misteriosos animados, mantos esas formas
cónicas con huecos para altarcitos. Acaso madonas.
Extraños levantamientos en el campo, pueden estar
abiertos igual que un nuraghe, ¿para qué rituales?
Su blanco ilumina la tela, en sólidos fantasmas envueltos
en sus lienzos, que pueden codearse con casitas de muñecas…
¿Qué cuenta el óleo con sus narraciones robadas?
Esas cabezas yacen autónomas y vivas, tal una de Brancusi.
Incluso el cerebro independiente
de una de ellas ausculta la tierra
como un animal raro. Una servida
en la mesa presencia una lucha o la ofrenda de otra cabeza
por parte del hombre que la sostuvo.
¿Acaso un intercambio de mente?
Misterio de los órganos que se ausentan del cuerpo.
Hábito donde mora su incertidumbre. Me saco el sombrero,
me saco la cabeza para percibir de otra manera. Sin drama
a lo Artemisia o Caravaggio.
Trampas, dramas y traumas ¿en qué orden?
Pongámonos pulóveres, colores, es de noche.
Hagamos una fogata de ramitas y huesos.
Y si volviera… ¿dónde estaría Allá?
La casa dónde, la meta-casa en el más allá
incluso y por eso mismo del aquí? Nadie confía
en su estrella como los Reyes Magos, sólo
en el fluir del río y las adaptaciones al hábitat
con las metamorfosis del caso.
Extraño, el nene acecha lo que depara
el pasado. Lo que nos dice y lo que deja
……………suspendido.
Todo lo que extraña le resulta extraño.
Y más al volver cuando señalan
lo extraño de tu acento.
Ya no hay manzanas! dijo un poeta.
Mi patria es mi lengua.
mi casa, el poema.
Una página es mi cama.
-De todas maneras
Ya se exilió cuando nació, le dije.
Y enseguida cuando se puso
a escribir poesía en el caballo
de la fuga interminable del lenguaje
o del gran capital. Está fuera
del lugar original,
du message in the bottle.
Claro, extra, está fuera
de lugar.
Fuera de + ero: ocupación
y profesión de extraño.
Zapatero,¡a tus zapatos ajenos!
Pero no hay gremio de poetas a pesar
del aspecto artesanal del poema
dice un poeta uruguayo de México
que me sopló el viento.
Deseoso el que huye con ella
para salvarla de la usura y a lo lejos
lograr su cercanía. Ahora sí es mía
y puedo dar la vuelta al
mundo alrededor de mi lengua
en medio de ruidos extraños.
Intentando otras vías siendo,
no siendo ya todavía
casi invisible para tener
una doble vida como mínimo.
Ves tus huesos en los huesos de vaca.
Ves huesos en el mar,
huesos en el río.
Aquí es ahí es allí.
Afuera sigue la intemperie.
Conclusión
Irse partiendo no es una redundancia.
Y cruzaste va
cayendo en la bodega cerrada, saliendo
del otro lado
atada como la vaca de Victoria Ocampo
bajando del trasatlántico. Past.ar
Nadie rumbeaba por un fin salvo la rumba
por compañía. Nadie rumiaba y
no paramos de recomenzar.
El pasado no puede aconsejar al presente
(poeta peruano en Estados Unidos).
Past.ar o no past.ar
(un inmigrante argentino en Belleville).
Pastemos.
Tomemos una copa como una metonimia.
Ya mutaste mucho más de dos veces
descubriendo otras especies que soy.
Al entrar por el pasaje Brady salió por
el pasaje Güemes, entre gringos con
gaucho en mente.
Y baja del sexto piso donde escribe
Vuelo nocturno Saint Exupéry. Hay un cartel:
Alhajas, brillantes, perlas. Una postal
de 1920 por internet a 10 dólares.
Familiares son ahora estas calles extrañas
como extrañas son las calles familiares.
¡Función del arte!
Toda mutación es un acontecimiento raro.
Este es el depósito de la transformación.
Hay que imaginar a Sísifo feliz
y con variaciones de sendero.
Todo va cambiando de lugar.
Nunca se vuelve
al mismo punto de partida.
Aquí no vemos las estrellas, pero sí
los vagones del metro aéreo
desde la terraza del Luxor.
La altura de la palabra se hace joya.
Still life.
Con esa ocupación de seguir siendo
del exterior, ¿cuántas vidas se ganan?
Como si fuera posible… estar fuera.
Este es el depósito de la transformación.
Traté de traducir mi lenguaje a las cosas.
Y además debo traducir la traducción
a una lengua también extraña.
Este es el depósito de la transformación
Él mismo transformado, poema con huesos
como exoesqueleto, huesos que son transporte
carcaza, carro. Nos llevan al porvenir
que miramos un instante, en la hoja fluorescente.
- Mariano Angiolotti
- Mariano Angiolotti
Christian Prunello- Inti
64X101 cm. Técnica mixta, grabado y pintura sobre papel.
Christian Prunello – Textura T
76×56 cm. Técnica mixta, grabado y pintura sobre papel.
Christian Prunello – Textura O
76×56 cm. Técnica mixta, grabado y pintura sobre papel.
Christian Prunello – Textura i
76×56 cm. Técnica mixta, grabado y pintura sobre papel.
Christian Prunello – Gulden 1
Grabado e intervención de billetes, suriname, 18×24 cm, impreso en tinta oro, 2024/25
Christian Prunello – Gulden 2
Grabado e intervención de billetes, suriname, 18×24 cm, impreso en tinta oro, 2024/25
El texto de Roxana Paez acompaño la muestra CUADROS DE UNA EXPOSICIÓN: Mariano Angelotti, Christian Prunello, Sergio Morábito (Galería Marie-Claude Duchosal, París, del 11 de enero al 1° de febrero de 2025)
10 de noviembre -15 de diciembre de 2024


