Fragmento de barro con uñas rojas
por Celia Caturelli
1- Recuerdo mi estupefacta curiosidad infantil cuando, aún niña, descubrí en un libro la fotografía de un fragmento de algo que parecía ser un pedazo de barro endurecido. Lo que más llamó la atención a mi ojo ávido de imágenes fue la superficie del pedazo de arcilla estructurada por una serie de líneas e incisiones, como si aún húmeda un pájaro la hubiese transitado muy levemente. O también, como si las uñas largas y pintadas de rojo de una mano femenina hubieran dejado sus huellas al juguetear con ella. Era fascinante y extraño a la vez escuchar la explicación de que en esas tablillas secadas al sol se encerraba el comienzo del alfabeto y la escritura.
Mucho tiempo después, frente a una vitrina de un museo en Londres, París o Berlin, traté de imaginar cómo sonarían esos signos cuneiformes.
La voz suena en el habla, en el canto y la plegaria: en la escritura se vuelve poesía. ¿Cómo habrían sonado los misteriosos signos huellas de pájaro o de uñas?, tal vez … ¿como el rugido de los espléndidos leones del altar de Isthar, que en Berlín, en medio de un azul-turquesa que enceguece, nos confrontan con 3000 años de tiempo ?
2- En abril de 2018 un equipo de investigadores de la prestigiosa Universidad Ludwig Maximilian de München (LMU ) comenzó a trabajar en un ambicioso proyecto sobre los antiguos textos mesopotámicos. La nueva tecnología digital y los algoritmos facilitan el difícil trabajo de reconstrucción de los miles de fragmentos de arcilla. La fuente de esta investigación es el Archivo de la Biblioteca de Aššurbanipal de Nínive, que como bien sabemos, contiene en sus más de 30.000 tablillas de arcilla el saber de las culturas de la antigua Mesopotamia. Entre el Éufrates y el Tigris esos signos parcos y elegantes nos hablan de una literatura política e historiográfica, de proverbios, anales y crónicas y sobre todo de una literatura religiosa. La epopeya de Gilgamesh (1200 a.C) marca el punto más alto de la literatura babilónica.
En la primavera de 2019, Zsombor Földi, uno de los investigadores, encuentra el nombre que estaba buscando: el del autor del Himno de Gula. A este himno del antiguo Oriente, dedicado a la deidad femenina Gula, se lo conoce solo por copias y se lo considera uno de los textos de la literatura mundial más antiguo. A través de los siglos se lo atribuyó -naturalmente- a un hombre; sin embargo, muy probablemente fue escrito por una mujer. El nombre del autor del himno, Bullussa-rabi está precedido por el signo “mujer”. Zsombor Földi, asombrado por este descubrimiento y teniendo en cuenta que al himno se le atribuía desde siempre una autoría masculina, siguió analizando miles de documentos referentes al himno para llegar a la conclusión de que el nombre Bullussa-rabi es en realidad un nombre femenino completo. El investigador está seguro de que no se trata de un caso aislado o único, sino que por lo contrario, en un futuro “encontraremos más casos semejantes”. Todavía quedará por investigar si esta “falsificación” deviene de una estrategia deliberada o de un error o confusión propias de la copia intermitente a lo largo del tiempo.
En un mediodía otoñal berlinés, más exactamente el 26 de octubre, leo esta noticia en el Süddeutschezeitung sentada en mi café. El artículo firmado por Carina Seeburg me sorprende con alegría y trae las imágenes de la niñez. De dicho artículo he tomado los datos pertinentes. El artículo del investigador Dr. Zsombor Földi fue publicado en Kaskal – A journal of History, Environmnets, and Cultures of Ancient Near East.
3- ¿Una mujer autora de uno de los primeros textos literarios? Entonces, ¿sí las uñas rojas y brillantes?¿Y de qué se trata ese himno? «En su texto, la diosa de la curación Gula se describe a sí misma y canta una canción de autoalabanza”, explica Földi.
En el café suena de fondo el canto de Rosalía, la joven artista catalana que ha revolucionado el mundo del pop con su interpretación del flamenco. Imagino sus largas uñas rojas que ella mueve como un inmenso abanico en sus performances.
https://lmu-munich.academia.edu/Zsombor
Berlin, Octubre 2020
Fragmento del medio de una tablilla de arcilla Neo-asiria: contiene conjuros y prescripciones para el tratamiento de los problemas de oído, fundamentalmente la sensación de silbido en los oídos. Cada una de las secciones recomienda un procedimiento. Cultura/período: Neo-asirio. Fecha de producción: siglo VII A.C.
Fragment from the middle of a Neo-Assyrian clay tablet: containing incantations and prescriptions for the treatment of ear problems, chiefly the sensation of roaring in the ears. Each ruled section gives a recommended procedure. Cultures/periods: Neo-Assyrian. Production date: 7thC BC
Tablilla de arcilla tardo babilónica: contiene un pedido al oráculo, menciona a Asarhaddon, escrito en cuneiforme.
Late Babylonian clay tablet: containing a request for an oracle, mentions Esarhaddon, written in cuneiform.
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La mayor parte del centro del lado reverso de una tablilla de arcilla con dos columnas de inscripciones; tablilla X del Gilgamesh; Antiguo Babilónico.
Large part from centre of reverse side of a clay tablet with two columns of inscription; literary – Gilgamesh tablet X; Old Babylonian.
© The Trustees of the British Museum
Tablilla inscripta en cuneiforme de la colección Kirkor Minassian en la Biblioteca del Congreso. Del año 6 en el reino de Amar-Suena/Amar-Sin entre 2041 y 2040 A.C.