Paideumas - Zancada
22106
post-template-default,single,single-post,postid-22106,single-format-standard,ajax_fade,page_not_loaded,,select-theme-ver-4.1,menu-animation-line-through,wpb-js-composer js-comp-ver-5.2,vc_responsive

Paideumas

por Fernando García Delgado

 

Un día de marzo de 1986, cayó en mi manos un libro de Ezra Pound llamado Guía de la Kultura. En ese libro descubrí dos palabras que se grabaron en mi cabeza por años: “Vortice” y “Paideuma”. Sabía -ignorando la forma y la manera- que las iba a usar un día para algo. Hoy son dos conceptos esenciales de mi proyecto personal, tanto artístico como el de mi propia existencia.

Ezra Pound dice en ese libro que “Frobenio emplea la palabra ‘Paideuma’ para expresar lo complicado o complejo de las enraizadas ideas de cualquier época”. De alguna manera, al apropiármela, la aplico a la vida cotidiana para expresar lo complicado o complejo de las enraizadas ideas de mi época. Abarca ciertos momentos de vida, con sus pensamientos y sentires en pleno ‘estado de gracia’, frente a situaciones que se van incorporando y se suman a las ya enraizadas en lo profundo de mi ser.

Esos ‘estados’ suben y bajan, van y vienen, se acercan y se alejan, como si fuera algo natural tocar el cielo con las manos por un ínfimo minuto para luego estar una temporada en el infierno. Van mis ‘estados’ del amor al odio, alternando mezclados con lo sublime, la obsesión, la desesperación y la locura de un instante. Como ingredientes, se acoplan una música, unos libros y tres determinadas perspectivas de pensar y de sentir.

Muchas veces me abandono a esos ‘estados’ para acariciarlos; llego a la más pura emoción para expresarlos, descubiertos en las palabras y recreados en las obras, Paideumas. Son complicados de controlar y complejos de soportar .

***

One day, in March 1986, somebody gave me a book by Ezra Pound named Guide to Kultur. By reading that book I came across two words I’ve kept in my mind for years: “Vortice” and “Paideuma”. I actually didn’t have the slightest idea I would ever use them. Both words represent two basic concepts of my personal project as an artist, as well as of my own existence.

According to Ezra Pound, “Frobenio uses the word ‘Paideuma’ in order to express all that’s too complicated or complex of general ideas, any time”. Somehow, I take these words and apply them to daily life, in order to express all that’s too complicated or complex of general ideas. That comprises certain times in my life, with its own thoughts and feelings in full ‘state of grace’, facing new situations that come along, that add themselves to those that are already part of the man within me.

Those ‘states’ go up and down, come and go, come close and get away of me, like a natural thing, from feeling like touching the sky with my hands for a minute, to spending a season in hell; from love to hate and everything in-between: the sublime, obsession, desperation and craziness of a certain moment. We may add some ingredients, some music, books, and then three separate ways of thinking and feeling.

Sometimes I let myself slip into those ‘states’, getting to their deepest, so then I can express them through my words and my works, Paideumas. It is too complicated to control them, and too complex to deal with them.

 

La mirada encendida. Sobre Paideumas de Fernando García Delgado

por Roberto Cignoni

 

De su dogal de empenachados ritos a sus mitos numerosos e incólumes, el miedo humano corre a ampararse bajo la rumia de los signos y sus convencionales acuerdos. Se ejercita en eludir los perturbadores trances en que sumerge la incertidumbre, y la aún más amenazante evidencia de un universo que jamás se ofrece en una combinación regular y estática. Y de todos modos, contra cualquier refugio, el mundo arrecia en imágenes que viven más allá de sus marcos proverbiales, en apariciones extrañas al meridiano y su retorno convenido, en juegos que no exigen otra constancia que el aliento audaz de la aventura. Sus gestos no se inscriben en el círculo de la designación, sus alumbramientos afirman que no hay maravilla descifrable. Asisten la permanencia anunciando la versatilidad de los comienzos, convocan a la lúcida anarquía sobre los antiguos mármoles y las anécdotas paralizadas.

Fernando García Delgado lo sabe bien. Sus «paideumas» despliegan esa sensible artesanía por la cual imágenes, ideas y sonidos se corresponden a la evidencia de un enigma y sus cielos intraducibles. Trazos y fórmulas, sellos y dibujos, fraseos e inscripciones, se entregan al infinito posible de sus encuentros, sin otra responsabilidad que la de liberar a las cosas de los órdenes irreductibles y los confortables refugios.

Códigos y claves se anticipan inútiles: un concepto se despliega sin consentir a algún primordio teórico o sistema fundante, eximido de sostenerse en pilares argumentales o en las conferencias de alguna confirmación. Sus vínculos son fórmulas y numeraciones despojadas de algún contexto, tipografías y pinceladas que se yuxtaponen tan sólo por una eventual equivalencia con la intensidad íntima de la escena. Los elementos se integran en una suerte de macrosigno totalizante; no resultan inferidos, sino activados en función de las insistencias materiales y espaciales del acontecimiento. Es el propio poema el que acuerda su carácter y forma intrínsecos, y su proceso de emergencia el que promueve las relaciones entre verbo e imagen, entre plasticismo e idea; ellos no cesan de componerse en tanto gesto y energía circulantes. Los paideumas se ofrecen así a abanicar un lenguaje cuyas reglas y consistencia se emprenden con cada aparición; vuelven presentes avances y desviaciones sobre un mapa imposible, líneas de fuerza que no se imprimen linealmente sino que arrecian al impulso de saltos e irradiaciones. En torno a ello, nuestra visión no se concentra, más bien se desplaza o desborda abrazando instancias y calores perceptivos a través de todo el espacio. Amanece esa libertad de la mirada y de la mente que no revela sino una apertura inclaudicable y rechaza el consuelo de las buenas y cerradas formas; su horizonte se constituye ese territorio jamás conquistado ofrecido a la temeridad de un ojo explorador.

Paideuma: abono de las alternancias para una inteligencia que no se reserva y despierta en pasos indecidibles, campo que induce el peregrinaje desde las formas que no guardan procedencia ni lugar asignado. Promisión de no ser la meta de nada entre tantos viajes.



Hide picture