Liliana Ponce, Breve Antología - Zancada
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Liliana Ponce, Breve Antología

por Diario (Teoría de la voz y el sueño, 2001, fragmentos)

13

No puedo adaptarme al comienzo –y eso, en realidad, sólo al comienzo. El futuro es como un hueco, al que se tiene la ilusión de llenar. ¿Pero qué es, sino el descenso hacia el fin de nuestros días, el hundimiento en ese espacio difuso, en ese tiempo difuso, en que no seremos?

La palabra de la finitud es un alimento de gestos aparentes, de sueños frágiles. La experiencia de la finitud nos libera de la posesión, de la distancia, de la idea de la continuidad, de los alcances del dolor.

No puedo adaptarme al comienzo. Y vuelvo a comenzar. Y vuelvo a comenzar. ¿Qué ha cambiado en el transcurso de estas horas, de estos días, de estos años? Pierdo lo vago del olvido y bebo en la ansiedad.
El sol de raíces verticales, la fatalidad de cristales de imán.

18

¿Qué es lo que recomienzo? –la escritura, la escritura que pretende ser una lectura, tamizar con los signos la espesura del mundo. Y el mundo siempre se configura para sus fines, y la contemplación sólo se desarrolla en analogías.
La escritura como analogía –y no como expresión: construir otra naturaleza sin moral, sin biomas. Entonces eso: una experiencia de abstención y una construcción poética que exhiba su desarrollo como su símbolo, a la vez vacío de referente, vacío de explicaciones, aislado de ideas.

***

La mujer árbol…

La mujer árbol –la del cuerpo árbol–,
puede perder su clave, la jaula que sostiene,
y de los pies ahora raíces
deja amarrar la sombra.
Rígido el tronco, tiesas las ramas,
la tormenta espuma nubes de plumas
en su tocado.

La mujer árbol, sin pulso ni latido,
se yergue derramando hilos y hojas
–llano encarnado, horizonte bajo menguante.
Cautiva es de palabras desnudas
que la recorren como hormigas
y devoran en silencio su coraza.
Mensajes y signos dicen el riesgo
–es misterio de salmos que reza sin aire.

Buenos Aires, 2017 , inédito

Otoño

Tarde entre nieblas
–en el cielo nubes rosadas
como flores de gasa.

Esta luz quieta es fugaz.
Se desplazan las sombras

dibujadas en el suelo.
Los árboles esperan las estrellas.

El otoño desnuda las ramas
después de hacerlas brillar en oro.
Y el invierno las libera al viento y al silencio.

Alas forman una trama móvil
que vuela hacia el cenit
–se expanden y centran en los techos lejanos.
La lentitud del atardecer acompaña sus giros.

El frío se mueve en ondas por el aire
–temblor invisible
y avidez expectante sobre la tierra seca.
Dentro de los tallos
duerme cada germen un sueño
sin saber del miedo.

Buenos Aires, 2019, inédito

 

DIARY de Liliana Ponce

(trad. Michael Martin Shea, Ugly Duckling Press, 2018)
por Maxime Berclaz

[…]

La oscilación entre dos, esta modulación entre la densidad y la oquedad, deja a la escritura en estado precario. Es una escritura suspendida sobre el abismo de su nacimiento, a causa de su rechazo por desviarse de allí, siempre a punto de colapsar nuevamente en el silencio. Sin embargo, esta inestabilidad da al lenguaje una densidad, un brillo de la resonancia; y hace posible, solo por la proximidad con su fuente, el sitio de su (des)hacerse y (re)hacerse. En el cuerpo monótono del verano, Ponce esculpe un circuito cerrado donde el aire puede perseguir el comienzo como un sabueso. Contra la línea de progreso, hace un círculo donde el árbol crece sobre el silencio, donde puede reiniciarse, una y otra vez, libre de la historia.

 

Traducción de Valeria Melchiorre.
Ver el original



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