Los mundos de Marjolaine Dégremont
por Marjolaine Dégremont
UN CUADRADO POR LA PAZ
2018 (pared fondo gris)
CASA DE PAPEL
2018
TOUCHING THE SKY
2013-2016
ESCALERAS
2019
ALMAS, PLUMAS Y LUNAS
1994
por Anne Malherbe
Cuando las vemos acomodadas en un rincón del atelier, como un bosque extraño a la espera de algo, suponemos que las escaleras de Marjolaine Dégremont van a extenderse en el espacio. Deseamos ver, en su blancura de tiza y su delgada apariencia, los dos universos que intentan reunir; a menos que permanezcan plegadas, densas como enramadas, impenetrables. Casi a escala humana, pero justamente no del todo, ¿a quién están destinadas? Nos invitan físicamente, aunque su gracilidad impide que posemos el pie. Fruto de la imaginación, no encarnan aún por completo en lo real. Las obras de Marjolaine Dégremont se despliegan de este modo en mundos próximos y sin embargo inaccesibles como decorados teatrales. Hay vestidos blancos de niñas, suspendidos como fantasmas, ligeros y tristes, inmaculados y mordidos por gigantes insectos y por el paso del tiempo. Ya nadie se los pondrá pero su presencia se siente y es perturbadora. Se revelan como el recuerdo de seres desaparecidos.
De manera general, el blanco domina. Es una de las características del trabajo de Marjolaine Dégremont, esa blancura que sustrae a las cosas, subrepticiamente, un poco de su concreción, que las emparenta con maquetas de objetos irrealizables o que las transporta a la opacidad de la memoria. También nos permite sentir crudamente las emociones que las atraviesan […] Siempre la imaginación debe readaptarse y el cuerpo también, porque cada obra exige al espectador un compromiso físico y sensorial diferente, tanto cuando adquiere amplitud teatral, como cuando se la dota de sonido o de un mensaje más político. […]
Traducción: Valeria Melchiorre