¿Para qué artistas? - Zancada
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¿Para qué artistas?

por Franco «Bifo» Berardi; instalación de Marwan Moujaes.
trad. Andrés Camilo Torres Estrada y Liliana Galindo Orrego

 

¿Para qué poetas en tiempos de penuria?
Pero son –me dices– semejantes a los sacerdotes del dios de las viñas
que en las noches sagradas andaban de un lugar a otro.
(Hölderlin, Pan y vino)

 

Al comentar este poema de Hölderlin en Caminos del bosque, Martin Heidegger dice que “tiempos de penuria” son tiempos en que la presencia de Dios ha sido olvidada.

Quiero hacer la misma pregunta (¿para qué poetas?, ¿para qué artistas?) en un contexto diferente. No en la ausencia de Dios, sino cuando la ausencia de solidaridad social es la causa y el origen de nuestra presente condición de penuria, soledad y miseria. Así que mi pregunta es: ¿para qué artistas, para qué poetas cuando la miseria y la precariedad y la oscuridad son la marca de nuestro tiempo?

¿Qué pueden hacer los artistas cuando la mayor parte de la sociedad parece aturdida, deprimida e incapaz de actuar?

Y por último: ¿quiénes son los artistas? ¿Qué quiere decir esta palabra?

 

Beirut, Cairo

En el inicio del año 2012 pasé dos meses en Beirut, enseñando en la escuela Ashkal Alwan, un programa de maestría para artistas, arquitectos y directores de cine. Mis estudiantes venían de Egipto, Palestina, Catar, Irak y la mayoría estaba involucrada en el movimiento identificado, muy pronto, como la Primavera Árabe. Con sus palabras, sus proyectos de arte y sus trabajos, me dieron una vívida percepción de lo que estaba pasando en el mundo árabe durante ese periodo, antes de que se revelara por completo la tragedia de la guerra siria, antes de la decepción de las elecciones egipcias. Ellos eran la expresión de una cultura que era simultáneamente cosmopolita, libertaria, secular y orientada socialmente, y los vi como los herederos del movimiento global de justicia que se propagó al inicio del nuevo siglo.

Gracias a su uso creativo del Internet, las noticias sobre sus formas de acción circularon rápidamente por Europa y en los Estados Unidos. Durante mi estadía en Beirut sentí que los artistas estaban creando la nueva Internacional de nuestro tiempo, el internacionalismo del intelecto general.

Apenas un año después, empezando el 2013, fui a Oriente Medio de nuevo, y estuve una semana en el Cairo, conociendo amigos que todavía son activos en la escena artística de la ciudad, y sentí su desilusión y sentimiento de derrota frente a la cada vez mayor agresividad del fundamentalismo, y el creciente poder de los Hermanos Musulmanes, que no participaron en la revolución y están ocupando el espacio abierto por la revolución.

La ciudad estaba sofocada por la polución, la frustración y la miseria, y la energía de los jóvenes escritores y bloggeros que habían inspirado la rebelión libertaria de los jóvenes, y la energía de los artistas que conocí en las pequeñas calles de la ciudad, fue el único signo de persistencia de un espíritu de autonomía y revuelta.

En las salas abarrotadas del espacio artístico Townhouse, pude ver My Nineties: A Panorama of Collective Memory Televised, de Hassan Elhalwagy, el performance audiovisual presentado por Mohammad Allam y Rami Abadir, y los trabajos del artista americano Warren Neidich, quien por esos días estaba exponiendo sus obras en ese lugar. En otro espacio artístico de la ciudad pude ver Ultimate Substance, de Anja Kirschner y David Panos, una video instalación que habla de la geometría y la vida, de la violencia financiera y la esclavitud, de la crisis europea y de las minas de la antigua Grecia.

 

Milano, Macao

El 5 de mayo de 2012, en la ciudad de Milán, miles de arquitectos, artistas visuales, profesores, estudiantes y trabajadores precarios ocuparon un edificio llamado Torre Galfa, y lo rebautizaron Macao. El edificio, un rascacielos de 34 pisos en el centro de Milán, ha permanecido abandonado por 15 años por el grupo financiero Ligresti, cuyo CEO está acusado de corrupción.

Los ocupantes organizaron actividades de creación colectiva, charlas, performance y declaraciones, y el edificio se convirtió en un lugar de encuentro para la amplia gama de trabajadores cognitivos precarios de la ciudad1. Diez días después de la ocupación, el 15 de mayo, la policía desalojó a los ocupantes y al hacerlo recuperó el vacío y el desperdicio, una acción contra la vida y la actividad. Es el signo especial del capitalismo financiero hoy en día: vaciar el mundo vivo para incrementar las ganancias financieras. Pero los ocupantes no renunciaron a trabajar juntos y ocuparon un nuevo espacio en la misma ciudad donde Berlusconi ha construido el imperio de los medios financiado por el dinero de sus cómplices de la mafia.

¿Por qué miles de arquitectos y artistas visuales están ocupando y trayendo de nuevo a la vida teatros y edificios abandonados? ¿Por qué están los artistas tan interesados en el activismo y la teoría social, mientras el mercado invade el espacio del arte, reduce la actividad de los artistas al trabajo abstracto y vacía al Arte de cualquier significado?

¿Por qué la Biennale de Berlin del 2012 ha sido dedicada al art-ivismo y al movimiento occupy? ¿Por qué el dOCUMENTA (13) ha sido concebido y ensamblado como un laboratorio de investigación y experimentación en el arte político de Retirarse del colapso del capitalismo?2 ¿Por qué la Biennale de Limerick ha sido dedicada a los efectos sociales de la crisis financiera?

 

New York, Sandy

En noviembre de 2012 fui a Nueva York, luego del catastrófico huracán Sandy. Fui a visitar a mis amigos de Beaver 16, un apartamento que es algo así como una galería y un punto de encuentro donde los artistas y los activistas en 2011 organizaron el cuartel general de Occupy Wall Street. Un año después, en los días grises después de que el huracán y las inundaciones invadieron la ciudad y pusieron en peligro la vida diaria de los barrios pobres del Lower East Side, Beaver 16 se embarcó en una nueva experiencia, llamada Occupy Sandy. Entendí el significado de su decisión de cambiar Occupy Wall Street a Occupy Sandy como un signo del espíritu cambiante del movimiento, de la cambiante conciencia y de una nueva intención.

Ellos estaban diciendo: prevenir la catástrofe es imposible, la catástrofe está aquí. Así que el objetivo del movimiento no es pelear contra una posibilidad peligrosa por venir; el objetivo del movimiento es mantenerse humano en medio de las condiciones que el capitalismo financiero está produciendo en nuestra vida social y en el ambiente.

“Mantengámonos humanos” es la oración que mejor puede explicar la actitud de nuestra actual resistencia, mientras el capitalismo financiero destruye los signos de humanidad del ambiente que rodea la vida metropolitana.

 

Mantente humano

“Mantente humano” es el título de una colección de reportajes desde Gaza, cuyo autor es el italiano Vittorio Arrigoni. Arrigoni fue uno de los tantos activistas que revivió el Movimiento Internacional Solidario (ISM), un grupo pro-palestino que trabaja en territorios palestinos. En agosto de 2008 participó en la misión “Liberen a Gaza” que pretendía terminar el bloqueo israelí de la franja de Gaza. Mientras actuaba como voluntario para hacer de escudo humano frente a un pescador palestino en la costa de Gaza en 2008, Arrigoni fue herido cuando la naval israelí usó un cañón de agua para intentar detener la embarcación. El siguiente mes fue arrestado por las autoridades israelíes luego de hacer de nuevo de escudo humano frente a un grupo de pescadores en la costa de Gaza.
Durante la operación militar Plomo Fundido que duró desde diciembre de 2008 hasta enero de 2009, Arrigoni fue uno de los pocos periodistas extranjeros que cubría la guerra. Luego de haber criticado a los extremistas musulmanes de intentar imponer una concepción intolerante y fundamentalista del Islam en Gaza, Arrigoni fue secuestrado el 14 de abril de 2011 por presuntos miembros de un grupo militante salafista, que opera en Gaza bajo el nombre de Tawhid y Jihad. Antes de asesinarlo, los captores acusaron a Vitorrio Arrigoni de “propagar la corrupción” y de ser ciudadano de Italia, un Estado infiel.
No sé lo que es el arte y no creo que haya tal cosa como la verdadera esencia del Arte. Pero creo que la vida y muerte de Vittorio Arrigoni, signadas por sus palabras “mantente humano”, pueden ser vistas como la obra de arte más consistente y conmovedora.
Estrictamente hablando, el Arte no existe. Existen los artistas. ¿Quiénes son? Defino a los artistas, más allá de sus diferencias, particularidades y rasgos idiosincrásicos, como aquellas personas que se mantienen humanas en tiempos de deshumanización.

 

Precariedad

Hubo una época en la que la relación entre arte y sociedad estuvo basada en el compromiso. Los intelectuales salieron de su torre de marfil, abrieron las ventanas al mundo y decidieron comprometerse con la lucha social. Empezaron a hablar sobre esas personas que viven en el mundo real: en el campo, en las fábricas, etc.
Ahora el problema del compromiso se ha disuelto. En el ámbito del semiocapitalismo3, los artistas están directamente involucrados en el proceso de semioproducción. Ellos son los productores de prototipos simbólicos que el semiocapitalismo transforma en objetos de producción masiva, son explotados por la industria de la info-producción y están sujetos a condiciones precarias de trabajo y salario.
La situación actual está marcada por la agresión financiera contra las escuelas, la salud y la vida cultural pública. El efecto de los recortes es el aumento de la ignorancia, brutalidad e insensibilidad.
Los príncipes árabes, los asesinos rusos y los depredadores financieros invierten billones en Munch y Matisse, y el mercado del arte está inundado de dinero, pero al mismo tiempo el mundo vivo de los artistas es pobre, hambriento y precario.

La precariedad es la condición del trabajo en el ámbito del valor de producción conectado y globalizado, pero también es la percepción dominante del futuro cuando el proceso general de desterritorialización destruye las formas antiguas de pertenencia. Los artistas han sido los precursores y portadores de la precariedad, ya que traen precariedad en su estilo de vida, en su lucha diaria por sobrevivir y en la continua disolución y recomposición de su identidad.
El arte ha sido el espacio donde el experimento de la vida, el trabajo y el lenguaje precario han sido desarrollados. La historia de las vanguardias del siglo XX fue un ejercicio en la vida y la creación en tiempos de precariedad. La pérdida del centro, el principio de incertidumbre, la arbitraria relación entre significado y enunciado –estas son las huellas de la precariedad del alma moderna tardía, profetizada y transformada por la percepción estética.
Además, la subsunción (o inscripción) del trabajo mental en el ciclo de valorización capitalista, ha dado una nueva dimensión a la actividad de los artistas en el ámbito social: los artistas son trabajadores cognitivos cuya actividad está sujeta a las reglas de explotación del mercado, pero simultáneamente están expresando un rechazo permanente a la ley capitalista, pues su trabajo es la creación de sentido, mientras que el semiocapitalismo provoca una separación de la producción semiótica del sentido, y al mismo tiempo la sobrecarga de información provoca la cancelación del sentido.
Esta es la razón por la cual los artistas ya no necesitan abrir sus ventanas cuando quieren conectarse con los trabajadores y el mundo real de la producción, explotación y rebelión: ellos son trabajadores precarios e intentan rebelarse.

 

Disidentidad

En el ámbito de la precarización y desterritorialización, la identidad se torna agresiva. La relación entre el tiempo que toma el trabajo y el valor del trabajo se ha vuelto incierta, y la relación entre pertenencia y lengua tambalea: una inmensa desterritorialización está en marcha y la gente está intentando desesperadamente aferrarse a cualquier tipo de identidad: identidad nacional, identidad religiosa, identidad étnica, toda la vieja mierda de pertenecer está volviendo y alimentando nuevas formas de fascismo en todas partes. El fascismo es cuando una máquina de guerra está escondida en cada nicho, y el culto neoliberal de la competencia es la actual incubadora de fascismo.
Los artistas son aquellas personas que experimentan con la desidentificación. Ellos viajan por territorios ominosos de contaminación cultural; ellos suspenden la necesidad de pertenecer.
Mientras el proceso de desterritorialización impacta en la relación entre territorio, comunidad y ámbito social, los artistas están intentando curar el sufrimiento que viene de esta erradicación continua y dolorosa. Aquellos que se llaman a sí mismos artistas están creando en realidad la Última Internacional: el ejército internacional desarmado de personas no-identificables, de personas que están escapando de la identificación.

Terapia

Los artistas más interesantes de la década pasada –la primera década de este siglo precario- han sido, en mi opinión, aquellos que intentaron lidiar con el sufrimiento mental y la angustia relacional. Lisa Athila en video arte, Jonathan Franzen en literatura, Miranda July, Gus Van Sant, Kim Ki Duk, Kia Zhang Ke en cine, han sido capaces de expresar el cuerpo social fragmentado y la percepción frenética del tiempo inducida por la precariedad.
Ahora el arte se funde con el acto terapéutico de la reactivación de la sensibilidad. El principal efecto del semiocapitalismo –y la constante explotación de las energías nerviosas que implica el semiocapitalismo- es una suerte de epidemia que está afectando la mente de la sociedad. La competitividad y la precarización están provocando una ola de sufrimiento y de psicopatologías, poniendo en peligro las mismas premisas de la solidaridad social. La aceleración del ritmo de la mente y el estrés están erosionando la delgada capa de sensibilidad y empatía.
Los artistas están creando espacios de comunicación lenta, espacios de deserción de la guerra económica cotidiana, espacios para el placer sensual y el restablecimiento de las condiciones mentales para la solidaridad social.

 

Expectativas

Invitado por un grupo de artistas y activistas en abril de 2012, pasé algunos días en Bucarest y di una conferencia en el Museo de Arte Contemporáneo. Cuando entré al lugar donde una pequeña multitud de oyentes se reunía, vi dos palabras escritas en la pared: Sin esperanza.
De acuerdo con una reciente encuesta, parece que el 58% de los rumanos manifiestan sentir nostalgia por Ceausescu. ¿Pueden imaginar a alguien extrañando a Ceausescu? Mis anfitriones me dijeron: nosotros hemos sido víctimas de dos pesadillas opuestas: la pesadilla comunista del pasado y la pesadilla capitalista que estamos sufriendo ahora. La esperanza se ha acabado para nosotros, pero lo mismo puede decirse de nuestros hermanos de todo el planeta. “Por lo tanto, abandona la esperanza, es nuestra contribución a la emergencia de una nueva conciencia”, me dijo Florin Flueras, una bailarina y activista que practica la distopía irónica.

La esperanza y el desarrollo son trampas y nuestra vida está atrapada en estas trampas.
La ironía distópica (dist-ironía) es el lenguaje de aquellos que entienden sin cinismo que la promesa moderna ha sido destruida debido a la identificación de la Modernidad con el dogma capitalista. La distopía es la imaginación actual del futuro y la ironía es la distancia retórica del discurso hipócrita del poder basado en conceptos falsos tales como competencia, austeridad, recuperación y desarrollo.
“Abandona la esperanza” es una provocación dist-irónica que significa: no creas en las promesas del poder, no esperes desarrollo, el capitalismo está agonizando, si no cambiamos las expectativas que el capitalismo ha producido caeremos en la depresión y el fascismo.


Los tiempos de penuria que actualmente dominan el espectro mundial y se materializan de forma radical en el contexto latinoamericano, y con particular fuerza en Colombia, están marcados por el capitalismo salvaje, la represión y la precariedad. Este espectro obliga a los artistas a preguntarse por su papel, y como muestra Bifo, ellos han contestado alrededor del mundo con sus posibilidades de acción. A pesar de haber sido escrito hace casi 10 años, el texto resuena en nuestro contexto actual de forma iluminadora. Bifo logra establecer las condiciones fascistas y neoliberales a las que el mundo y los artistas tienen que enfrentarse, y los ubica en un lugar crítico de enunciación para mostrar el camino, al ser ellos quienes logran “mantenerse humanos” en tiempos de penuria. (nota de los Traductores)


1   Berardi se refiere al trabajo cognitivo como aquel que actualmente ejerce un papel hegemónico: “a partir de determinado momento de la historia de la producción social, todo ha empezado a girar en torno a la mente, a las actividades cognoscitivas, al intercambio de signos entre mentes distantes, a la cooperación entre mentes en el trabajo” (Berardi, Franco. La fábrica de la infelicidad. Madrid: Traficantes de sueños, 2003). Berardi designa esta nueva clase social, estos trabajadores cognitivos, trabajadores intelectuales y creativos desposeídos, como el “cognitariado” (nota de los traductores).
2 documenta es una exposición de arte contemporáneo realizada en la ciudad de Kassel cada cinco años, desde 1955. En la edición número 13, Retirarse fue una de las cuatro nociones sobre las cuales la exposición trató de pensar y explorar (nota de los traductores).
3 Berardi define de la siguiente manera el semiocapitalismo: “es el modo de producción en el cual la acumulación de capital se hace esencialmente por medio de una producción y una acumulación de signos: bienes inmateriales que actúan sobre la mente colectiva, sobre la atención, la imaginación y el psiquismo social. Gracias a la tecnología electrónica, la producción deviene elaboración y circulación de signos. Esto supone dos consecuencias importantes: que las leyes de la economía terminan por influir el equilibrio afectivo y psíquico de la sociedad y, por otro lado, que el equilibrio psíquico y afectivo que se difunde en la sociedad termina por actuar a su vez sobre la economía” [Gago, Verónica. (2 de agosto de 2021). La vaca. ¿Quién es y cómo piensa Bifo? Entrevista. https://lavaca.org/notas/quien-es-y-como-piensa-bifo/].

 

El vuelo de las aves está suspendido
entre las 9 A.M. y las 5 P.M

instalación de Marwan Moujaes en Líbano, Países Bajos y Bélgica

 

 

El vuelo de las golondrinas se suspende entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde. Se anula la marea los fines de semana. Está prohibida la acumulación de nubes durante la semana.