Poemas en lenguas originarias y su transcreación al español
por María Lilian Escobar
Tres poemas inéditos
NAHUATL I
axcampa
tleco
tzalan ilhuicacopa
oppa nitze
amatlaulolcuepa
aquian totatiuh iquian
cacaauitzo
***
al instante
en el fuego
en medio del Cielo
dos veces ellos vendrán
escribiendo a alguien
en la obertura
del viento del poniente
cubierto de hierba
NAHUATL II
itzinecan
cacaxtli
cenneixcueyonihliztica
cennauatitiuh
cocaloca cennemi
cempopoehuia
mocaua
cocaloca
mocaloani
yitia
cepayani
eptatapocatl
***
Al principio
una clase de pájaro
en un pequeñísimo instante
que duró para siempre
se despidió de alguien
inhaló el último suspiro
sin dejar rastro de ninguna cosa
soltó sus manos hizo ruido como
el que se detiene
débil
hizo nevar perlas de nácar
NAHUATL III
ceualatl…
picihilia
cucal
xiutlaca
nextli neuani
tetozcanamictiliztli
tetlaiapoltli
ixaci
ixteocale
itzinecan
macau amatlanlouuepa tleco oppa
nitze totanatiuh iaquian
tlotlac imman
ixteotl
cacanapa itotia
yeccan ilhiucatl
tlapauhtimocana
muchipa axiampa
xochichiatlapalli
***
Lloró durante mucho tiempo…
una lluvia
que hacía música para alguien
por todas partes, en cada lugar
cenizas ardientes
tienen la costumbre de partir
para ir a algún sitio
guiando el canto mensajero
alcanzando por completo todo
sabio Señor del Cielo
las manos sueltas escribían a alguien
en el fuego, en medio del Cielo
dos veces
las palabras vendrán por el viento del poniente
abismo de agua profunda
la niña de los ojos turquesa
hacia un lugar, no importa dónde
un lugar bueno del Cielo deja abierta
la hoja de una flor.
POEMAS DE XOCHIPILLI (1)
-I-
cai pachapipis
showan chi Kara tica Kowun
janapachapipis
y aú etrie ́k
***
en esta tierra florecen
pezones de luna sobre el adobe caliente
y en el Cielo
yo busco la verdad
-II-
-niatak nadená yeper Del acupli
chechamul
-ti dá afia niyamo-namanique-
na nuchoka nique pe-numiró
/ notelo
nash – nash
noguec incu
egena-ne-beco-bo
***
esclavos
del pan carne lengua
son como postes sobre las tumbas
yo busco arcos de agua que amo
yo oigo decir
a mejillas y ojos
mañana – mañana
manos – fuego
hablan buenamente
-III-
onguei
Kohavai
zeeno incu
cavaoausu tahanam Kat-ati
baaho
***
ojos de Luna
hombre-mujer
dedos de hombre cuecen el Sol
en mi boca
-IV-
temicti tepoztli
in aocmo it zatzian
in tazti, in tlatoma
moztlá
in ihquac timiquiz, maxix,
mocuitl itlan tactiaz,
moten, monenepil tictopoztiaz
onacana pillahtolli
oncan nemi hueey ite ya
ma aca in quinexti
in apan
***
en sus centros la tierra
ya no en su momento de gritar
grita habla
mañana
cuando mueras, junto a tu orina
tus heces entrarás, tu labio
tu lengua irás tostando
allí vive la noble palabra
ahí encuentras el gran bebedero
1 Xochipilli. Buenos Aires, Descierto, 2012.
“El poder-aliento-vivenciar de los pueblos originarios: los poemas de María Lilian Escobar”
por Roberto Cignoni 1
Para Lilian Escobar, el mundo indígena no puede -ni debe- mostrarse como organizado o continuo, ofrecerse o aun estudiarse según núcleos rectores a partir de los cuales se haga posible ordenar una serie de filiaciones o de descendencias.[…]
El poema circula según una línea singular e irremisible a través de los términos empleados y las relaciones asignables; la voz ha dejado de incidir según producciones filiatorias, comunica ahora transversalmente a partir de órdenes simbólicos y mitologías incompatibles, de bloques o conjuntos de dialectos diferentes, de efectos que no anuncian sus causas y rastros que han dejado de exhibir su procedencia. Aquél que insista en encontrar en tales poemas una descripción de las costumbres o de los rituales de los pueblos guaraníes, alguna mirada en torno a los dioses o a los instrumentos de caza de los mapuches, cierto testimonio de las ceremonias o de los hábitos guerreros de la comunidad náhuatl, quedará medularmente desairado. El poema atraviesa tribus y naciones, fetiches y territorios sagrados, lenguajes y condiciones de existencia, pero, en tanto los cruza y los compone, no permanece interior a ellos, y no cesa de minarlos y de perturbarlos con formas de contenido o de expresión tan discontinuas como imprevisibles.[…]
«Intensivos» compuestos por funciones y términos heterogéneos en simbiosis, por elementos que no cesan de transformarse o de desaparecer en otros, por un transporte incesante a través de parcelas nunca acabadas, los poemas se prodigan en líneas de fuga y no hacen nudo en ningún rastro de unificación o de comprensión. De este modo, en el poema que comienza «-niatak nadená», los esclavos del pan (que es carne que es lengua) se asimilan a postes sobre las tumbas, hasta que, intempestivamente, irrumpe el yo, buscando arcos de agua, oyendo a mejillas y a ojos decir «mañana-mañana», donde, para nuestro sobresalto o extrañeza, manos-fuego aparecen y hablan buenamente.[…]
Para Lilian Escobar, pues, no se trata de imitar al indígena ni de componer una analogía de relaciones. Se encomienda en cambio a entregar en sus poemas una sintaxis que ya no es la de la lengua empleada, una materia que ya no se corresponde a la de las formas previstas o «naturales» una afectibilidad y una conmoción que ya no son las de los sujetos intervinientes. se apresura a ofrecer a las apariciones de cosas y criaturas conexiones no convenidas, encuentros o fusiones a los que ninguna lógica fundamenta, y para ello intensifica un juego variable de velocidades y de suspensiones, una rítmica de afectos y de continuidades que se proyectan a hacer trascender o devenir un indígena a través de todas las participaciones. El poder-aliento-vivenciar aborigen se constituye, pues, por esta simbiosis en la que todo es relación de movimiento y de intensidad entre imágenes o emergencias, poder de afectar y de ser afectado.[…] Lilian Escobar lo comprende bien: constituir al aborigen no es seguir describiéndolo, explicándolo o connotándolo desde el lenguaje-pensamiento que nos es propio; es, en cambio, extraer de nuestro decir los movimientos, las energías y las frecuencias que constituyen el indígena de ese lenguaje, de ese pensamiento; es hacer surgir ese indígena de la conexión singular entre ciertas partículas o unidades de la lengua, dotándolo crudamente de la electricidad que esa sinapsis produce.